Digámoslo así. Cada hombre se merece la mujer que tiene. En este caso, el marido es un holgazán. La mujer trajo al cabrón y en lugar de echar inmediatamente a la esposa y al amante de la casa, se limitó a decir unas frases de objeción que no tenían ningún peso entre esos dos. Una humillación aún mayor fue cuando, después de que su esposa había sido follada, cogieron y salpicaron de semen la cara del marido y éste volvió a dar una bofetada.
La señora se ve como un largo tiempo paseos insatisfechos, si tan fácilmente con su hijo y su hija fue capaz de ir a tales relaciones sexuales, mientras que ella misma les ha inclinado a ella. El hijo no estaba confundido, notando a través del ojo de la cerradura lo que la madre y la hermana estaban haciendo, decidió no perder la oportunidad y se unió. Sobre todo porque antes había mirado las fotos de la familia y se había excitado. Era un pecado no aprovecharse de la depravación de su familia.
Menuda paliza. Creo que a la chica le gustó ese castigo y lo volvería a hacer.